La Šūḏiyya es un ṭarīqa sufí que floreció en el sureste de la península ibérica, particularmente en Lorca y Murcia, durante el período almohade, si bien su influencia se extiende hasta el inicio del período nazarí. Como ṭarīqa sufí, la Šūḏiyya acabará siendo asociada con una formulación radical de la unidad de la existencia según la cual la existencia independiente de los seres diferentes de Dios es ilusoria
José Bellver
Université Catholique de Louvain
Muḥyī l-Dīn Ibn ʿArabī (m. 638/1240) es, sin duda, el sufí de origen andalusí más y mejor conocido y el que mayor influencia ejerció (y ejerce) en el mundo islámico, hasta el punto de que en cierto modo sufismo andalusí e Ibn ʿArabī han devenido sinónimos. La obra de Ibn ʿArabī constituye una summa mística en la que el autor enriqueció las corrientes místicas, teológicas y filosóficas a las que estuvo expuesto en su juventud con su experiencia interior y una profunda capacidad hermenéutica. Tras su muerte en Damasco, sus discípulos iniciaron una labor de sistematización, adaptación a lenguaje filosófico de sus intuiciones y difusión de su obra, gracias a la cual ésta entró en los cánones intelectuales recogidos en bibliotecas oficiales de las diferentes regiones del mundo islámico, desde el Magreb hasta la India. La riqueza intelectual de su obra, su carácter totalizador y su entrada en el canon intelectual eclipsaron los perfiles de otros sufíes andalusíes cuyas obras no fueron copiadas de forma sistemática. Como consecuencia, un número significativo de obras de autores y corrientes sufíes relevantes en la historia intelectual andalusí, que a su vez ejercieron cierta influencia en el mundo islámico oriental, no ha llegado hasta nosotros, por lo que estos autores son todavía poco conocidos fuera de los círculos especializados. El sufismo andalusí, en especial a partir del período almohade, será conocido en oriente por lo que denomino el giro existencial o giro wuǧūdī, según el cual la existencia (wuǧūd) y la unidad de la existencia (waḥdat al-wuǧūd) devienen temas centrales en su comprensión de la realidad. Una de las corrientes sufíes en al-Andalus que centró su reflexión en la unidad de la existencia es la Šūḏiyya.
La Šūḏiyya es un ṭarīqa sufí que floreció en el sureste de la península ibérica, particularmente en Lorca y Murcia, durante el período almohade, si bien su influencia se extiende hasta el inicio del período nazarí. Como ṭarīqa sufí, la Šūḏiyya acabará siendo asociada con la afirmación de la unidad absoluta de la existencia (waḥda muṭlaqa), una formulación radical de la unidad de la existencia (waḥdat al-wuǧūd) según la cual la existencia independiente de los seres diferentes de Dios es ilusoria, de modo que la existencia de cualquier ser no es otra que la existencia de Dios. Es importante remarcar que la unidad se da en la existencia, es decir en el acto de ser, y no en la quiddidad de cada cosa, es decir en la definición de cada ser. Las cosas siguen siendo diferentes e independientes según su definición captada por la mente, pero su existencia, su acto de ser, su hecho de ser, no es diferente de la existencia de Dios.
Ibn al-Ḫaṭīb describe la unidad absoluta de la existencia (waḥda muṭlaqa) en su Rawḍat al-taʿrīf (Beirut, 1970, p. 605) en los siguientes términos:
La idea central […] es que el Creador (al-Bārī), glorificado y exaltado sea, es la unión de lo aparente y lo oculto, que no hay nada diferente a esto, y que la multiplicidad (taʿaddud) de esta realidad absoluta, [de esta] existencia comprehensiva (al-anniyya al-ǧāmiʿa) —que es la fuente (ʿayn) de cada existencia—, y de este ente (huwiyya) —que es la fuente de cada ente— solo ocurre en las ilusiones (awhām) del tiempo y el espacio, la diferencia, la ocultación y la manifestación, el dolor y el placer, y la existencia y la inexistencia. Este grupo dice: [todo] esto, cuando verificas que son ilusiones solo atribuibles a la información recibida por la mente y que no hay nada en el mundo exterior, cuando estas ilusiones son suprimidas, todo el universo y lo que hay en él deviene uno. Y este uno es Dios (al-Ḥaqq).
La Šūḏiyya recibe su nombre de Abū ʿAbd Allāh al-Šūḏī (fl. VI/XII c.), un santo sufí de vida anónima que Abū Isḥāq Ibrāhīm b. Yūsuf b. Muḥammad Ibn Dihāq (o quizá Ibn Dahhāq) al-Awsī, también conocido como Ibn al-Marʾa (m. 611/1214), encontró en la ciudad de Tremecén y tomó como maestro en algún momento de los 550s o 560s AH. La figura de Abū ʿAbd Allāh al-Šūḏī ha sido confundida con al-Ḥalwī (fl. s. VII/XIII), un santo local en Tremecén, probablemente de origen andalusí, a quien la mezquita Sid El Haloui en Tremecén está dedicada.
No hay apenas información sobre el origen de Abū ʿAbd Allāh al-Šūḏī. En general, la información sobre al-Šūḏī es espuria, fruto de su confusión con al-Ḥalwī y de elaboraciones hagiográficas posteriores. La única fuente fiable sobre al-Šūḏī es el discípulo de Ibn al-Marʾa, el lingüista y tradicionista Šaraf al-Dīn Muḥammad al-Sulamī al-Mursī (m. 655/1257), quien aportó información que luego transmitieron Quṭb al-Dīn al-Qasṭallānī y al-Ḏahabī, ambos conocidos oponentes del concepto de unidad de la existencia.
Tal como recoge al-Saḫāwī (m. 902/1497) en su al-Qawl al-munbī, una obra polémica contra el concepto de unidad de la existencia, el tradicionista y sufí Quṭb al-Dīn al-Qasṭallānī (m. 686/1287), basándose en la información directa de su maestro Šaraf al-Dīn al-Mursī, a su vez discípulo de Ibn al-Marʾa, afirmó que al-Šūḏī era un miembro de un grupo secreto que seguía las enseñanzas de al-Ḥallāǧ (m. 309/922). Al-Qasṭallānī también señaló que este grupo siguió una estrategia similar a los ismāʿīlíes al adoptar el secreto (kitmān) y requerir un juramento de fidelidad (ʿahd) a cualquiera que respondiera a su invitación (daʿwa). Según al-Qasṭallānī, Ibn al-Marʾa llevó las ideas de este grupo tomadas de al-Šūḏī a Murcia. Esta información descansa únicamente en la autoridad de Šaraf al-Dīn al-Sulamī al-Mursī y de Quṭb al-Dīn al-Qasṭallānī. Pese al carácter polémico de al-Qasṭallānī y a que la obra de Ibn al-Marʾa que ha llegado hasta nosotros no refleja tendencias šūḏíes, tanto al-Mursī como al-Qasṭallānī son fuentes fiables, por lo que esta información, con la necesaria cautela, es plausible.
Según la información transmitida por Šaraf al-Dīn al-Mursī y recogida por al-Ḏahabī (m. 748/1348) en su Siyar, la enseñanza de al-Šūḏī a Ibn al-Marʾa se centró en la transmisión del sentido interior (taʾwīl bi-l-ḥaqīqa) del Corán. El único texto conocido atribuido a al-Šūḏī es el siguiente poema (al-Ḏahabī, Siyar aʿlām al-nubalāʾ, Beirut, 1982–1993, vol. 23, p. 316):
Cuando la existencia (wuǧūd) habla, un grupo escucha el habla de la existencia (nuṭq al-wuǧūd) con cuidadosa atención. En este habla, no hay nada incomprensible, si bien es demasiado elevada para la comprensión de los necios. Así pues, sé inteligente para ser llamado desde la cercanía, Y no seas de aquellos que son llamados desde la lejanía.
Pese a que la Šūḏiyya toma el nombre del enigmático al-Šūḏī, la primera figura con relevancia histórica es de hecho su discípulo Ibn al-Marʾa.
Ibn al-Marʾa fue un sufí y teólogo ašʿarī nacido en Málaga. Tras estudiar en Fez con el eminente sufí y alfaquí magrebí Abū l-Ḥasan ʿAlī b. Ḥirzihim (m. 559/1164) y el discípulo de al-Gazālī (m. 505/1111) Abū l-Ḥasan al-Kinānī (m. 569/1174), Ibn al-Marʾa volvió a su ciudad de origen donde se dedicó a la enseñanza durante la mayor parte de su vida madura, si bien al final de su vida se mudó a Murcia. Ibn al-Zubayr (m. 708/1308) señala que su situación en la Málaga empeoró al distanciarse algunos de sus estudiantes que lo vincularon con prácticas mágicas y que ello motivó su cambio de ciudad. Tanto en Málaga como en Murcia, Ibn al-Marʾa atrajo estudiantes de teología, así como a población sin formación, probablemente debido a su enseñanza sufí.
En Murcia, Ibn al-Marʾa fue maestro, entre otros, de Abū ʿAbd Allāh Muḥammad b. ʿAlī Ibn Aḥlā (m. 645/1247), su principal discípulo šūḏī. Pese a que Ibn al-Ḫaṭīb menciona que Ibn al-Marʾa fue maestro del filósofo y sufí Ibn Sabʿīn (m. 668/1269 o 669/1270), esta información es espuria y debe entenderse, en todo caso, como una vinculación a una herencia espiritual indirecta y no como una relación discipular directa, pues Ibn al-Marʾa había fallecido antes de nacer Ibn Sabʿīn. Como teólogo, Ibn al-Marʾa es el autor de la obra teológica ašʿarī del período almohade más importante escrita en al-Andalus, un comentario del al-Iršād de al-Ǧuwaynī (m. 478/1085) titulado Nukat al-iršād. Como sufí, Ibn al-Marʾa es el autor de un comentario del Maḥāsin al-maǧālis de Ibn al-ʿArīf (m. 536/1141) titulado Kitāb al-Qawānīn. Las obras de Ibn al-Marʾa conservadas no muestran ningún elemento que permita asociarlo con la afirmación de la unidad absoluta de la existencia. Sin embargo, Quṭb al-Dīn al-Qasṭallānī, basándose en la información directa de su maestro Šaraf al-Dīn al-Sulamī al-Mursī, asocia a Ibn al-Marʾa con la afirmación de la unidad de la existencia. Es posible, por tanto, que ésta fuera su enseñanza esotérica no reflejada en sus obras. A su vez, Ibn Ḫaldūn (m. 808/1406), en su Muqaddima, vincula también a Ibn al-Marʾa con la afirmación absoluta de la existencia y describe brevemente su pensamiento. Según Ibn Ḫaldūn, para Ibn al-Marʾa los seres distintos de Dios son equivalentes a los colores respecto a la luz, de modo que el carácter separado de los seres respecto a Dios sólo se da en la percepción, pero no en la realidad. La obra de Ibn al-Marʾa no confirma esta descripción. Es posible que la fuente última de Ibn Ḫaldūn fuera Quṭb al-Dīn al-Qasṭallānī, probablemente a través del maestro de Ibn Ḫaldūn, Abū ʿAbd Allāh Muḥammad al-Ābilī (m. 757/1356), y algún otro eslabón intermedio desconocido, pues ninguna fuente andalusí conocida contiene la información transmitida por Ibn Ḫaldūn.
Ibn Aḥlā nació y vivió la mayor parte de su vida en Lorca, si bien en su juventud estudió en Murcia con Ibn al-Marʾa. Como Ibn al-Marʾa, Ibn Aḥlā fue también teólogo y sufí, pero ninguna de sus obras, de las que sólo se conoce un título, Kitāb al-Taḏkira, ha llegado hasta nosotros. Su pensamiento sólo se conoce a partir de citas de algunos de sus versos en la Rawḍat al-taʿrīf (pp. 605-6) de Ibn al-Ḫaṭīb. A diferencia de la obra conocida de Ibn al-Marʾa, los breves versos conservados de su poesía sí permiten asociar a Ibn Aḥlā con la afirmación de la unidad absoluta de la existencia. A modo de ejemplo:
Me arrepiento ante Dios por el pecado de asociación (širk) por el que el Uno es divido. Así pues, juzga a un paciente como Te satisfaga. * ¿Cómo es ello posible si nuestro acto de dividir no se basa sino en la confusión (labs) cuando Tú eres el secreto (sirr) y el evidente (ʿalin)? * ¿Cuánto durará una ilusión (wahm) que, fruto del error, me separa de Ti y que divide lo que no puede ser dividido?
Ibn Aḥlā, de familia muladí rica, tuvo también un papel relevante en la historia política de al-Andalus. Tras el vacío de poder provocado por el asesinato de al-Mutawakkil Ibn Hūd en 635/1238, según Ibn al-Abbār la población de Lorca pidió a Ibn Aḥlā que asumiera el poder de la localidad en 640/1243 para que evitara la situación de vasallaje que la ciudad de Murcia firmó con Castilla en el tratado de Alcaraz. Ibn Aḥlā se mantuvo como régulo de Lorca hasta su muerte en 645/1247, si bien probablemente, tras enfrentarse militarmente con los castellanos, tuvo que firmar algún tipo de tratado con condiciones similares al tratado de Alcaraz que garantizara que Lorca tuviera un status semi-independiente frente a Castilla. Ibn Aḥlā ocupó también el cargo de predicador de la oración comunitaria de los viernes en Lorca y autoridad religiosa de la ciudad, por lo que su gobierno en Lorca podría ser descrito como un emirato šūḏī. En el difícil contexto de la región durante el período de vasallaje de Murcia a Castilla, las fuentes recalcan que Lorca bajo Ibn Aḥlā representó un espacio de buen gobierno, justicia, igualdad y desarrollo económico. Estas condiciones atrajeron a Lorca a un gran número de nuevos habitantes entre los estratos sociales más bajos que, tachados por las fuentes de ignorantes, abrazaron los principios de la Šūḏiyya. El inesperado elogio de la situación social y económica de Lorca bajo Ibn Aḥlā por autores como Ibn al-Zubayr, agriamente contrarios a la Šūḏiyya, busca probablemente justificar el gran número de seguidores de la Šūḏiyya entre la población empobrecida que afluyó a Lorca denigrando a la par su conocimiento en ciencias de la religión.
Tras la muerte de Ibn Aḥlā, la mayoría de sus discípulos prestaron juramento de fidelidad a Muḥammad b. ʿAlī Ibn Muṭarrif al-Ǧuḏāmī (m. 663-4/1264-5), el principal discípulo de Ibn Aḥlā. Ibn Muṭarrif se trasladó a Murcia probablemente poco antes de 655/1257, año en el que Lorca se encuentra ya en manos cristianas, con lo que el centro de la Šūḏiyya se desplazó a Murcia. En Murcia, Ibn Muṭarrif enseñó la interpretación del Corán de acuerdo con la interpretación de la Šūḏiyya en la mezquita central de la ciudad. Al final de su vida, poco antes de la conquista definitiva de Murcia, Ibn Muṭarrif será el encargado de leer el sermón en la mezquita central, lo que muestra un cierto apoyo oficial por parte de la administración hūdī a la Šūḏiyya.
Nuestro conocimiento de la Šūḏiyya durante el período de Ibn Aḥlā e Ibn Muṭarrif se debe principalmente a la información que transmitió Ibn al-Zubayr tras sus encuentros ocasionales durante su juventud con Ibn Muṭarrif, tanto en Lorca como en Murcia. Tras estos encuentros, Ibn al-Zubayr asumió una posición fuertemente contraria a la Šūḏiyya y escribió dos refutaciones, hoy perdidas, contra ella. Sí que se conservan, en cambio, sus biografías de Ibn Aḥlā e Ibn Muṭarrif en su diccionario biográfico Ṣilat al-ṣila, si bien en cita de Ibn ʿAbd al-Malik al-Marrākushī (m. 703/1303). Nuestro conocimiento de la difusión de la afirmación de la unidad absoluta (waḥda muṭlaqa) en la región de Murcia está muy focalizado en Ibn Aḥlā e Ibn Muṭarrif al ser Ibn al-Zubayr nuestra principal fuente de información dado su contacto directo con Ibn Muṭarrif. Sin embargo, es ciertamente posible que hubiera en la región otras líneas de difusión de esta posición intelectual, quizá en paralelo a Ibn Aḥlā o partiendo del mismo, que desconozcamos.
Todavía en vida de al-Mutawakkil Ibn Hūd (m. 635/1238), una de estas líneas de difusión debió de penetrar en los ambientes de la élite hūdī en Murcia a la que pertenecía la familia del sufí y filósofo Abū Muḥammad ʿAbd al-Ḥaqq Ibn Sabʿīn al-Riqūṭī (m. 668/1269 o 669/1270), el proponente más importante de la unidad absoluta de la existencia (waḥda muṭlaqa). Nacido en 613/1216 o 614/1217 quizá en Ricote, dada su nisba al-Riqūṭī, el núcleo original del poder hūdī, Ibn Sabʿīn estuvo muy probablemente expuesto a la afirmación de la unidad absoluta de la existencia antes de su salida de la península ca. 640/1242-3. No tenemos apenas información de la etapa de formación de Ibn Sabʿīn. Sus maestros en filosofía y sufismo nos son desconocidos. Ibn al-Ḫaṭīb lo vincula a la Šūḏiyya y menciona a Ibn al-Marʾa como su maestro, si bien esta vinculación con Ibn al-Marʾa es espuria. Dada su afinidad intelectual, es posible que Ibn Sabʿīn fuera discípulo de Ibn Aḥlā, si bien Ibn Sabʿīn no lo menciona en sus obras editadas. Ibn Sabʿīn sí menciona, en cambio, a al-Šūḏī como un proponente del concepto de existencia (wuŷūd). En definitiva, Ibn Sabʿīn parece vinculado durante su período andalusí a un ambiente intelectual de corte šūḏī en línea con la Šūḏiyya de Ibn Aḥlā, si bien su vinculación específica nos es desconocida.
La desaparición de la Šūḏiyya en al-Andalus va aparejada con la caída de Murcia a manos de los cristianos. Tras la conquista definitiva de Murcia en 664/1266, los šūḏíes se desplazaron hacia el sur a territorios bajo el control de los nazaríes, en un contexto en el que los nazaríes buscaban el apoyo de los ulema malikíes para asegurar la legitimidad y la cohesión de sus territorios frente a figuras carismáticas. Poco después de la caída de Murcia, en el año 666/1267-8, al-Fazārī Ibrāhīm, una figura carismática que obtuvo el apoyo del clan dirigente de los Banū Išqalyūla en Málaga y de la población de la ciudad, reclamó para sí ser el Esperado (muntaẓar), una figura escatológica de corte mahdista. Ibn al-Zubayr lo denunció ante los nazaríes, por lo que al-Fazārī Ibrāhīm fue llamado a Granada, juzgado y crucificado a finales de 666/1268 o principios de 667/1268 bajo la acusación de reclamar para sí la profecía.
Poco después, un šūḏī seguidor de Ibn Aḥlā, Ibrāhīm al-Ṣaffār, enseñó abiertamente los principios de la Šūḏiyya en Almería, lo que le granjeó un grupo de discípulos y llamó la atención del sultán nazarí de Granada, Muḥammad I Ibn al-Aḥmar. Tras ser llamado a Granada y cuestionado, Ibrāhīm al-Ṣaffār se declaró seguidor de Ibn Aḥlā, por lo que fue condenado y lapidado en 670/1271-2 o en 673/1274 dependiendo de la fuente. Como consecuencia de la persecución de la Šūḏiyya por los nazaríes, ejemplificada por la ejecución de Ibrāhīm al-Ṣaffār, la Šūḏiyya se diluyó en al-Andalus como una ṭarīqa sufí diferenciada durante el último cuarto del s. VII/XIII. En cualquier caso, las creencias propias de la primera Šūḏiyya se propagaron en el mundo islámico central y oriental a través de Ibn Sabʿīn y sus discípulos.
Sin embargo, pese a la desaparición de la Šūḏiyya, el sufismo centrado en la idea de la unidad (waḥda) continuó siendo una corriente aceptada, si bien menor, en el panorama intelectual de la Granada nazarí durante el s. VIII/XIV, pues Abū Aḥmad Jaʿfar b. Aḥmad b. ʿAlī b. Sīd Būna al-Juzāʿī (m. 765/1364), incluyó la recitación de poemas de al-Ḥallāj en las prácticas de la ṭarīqa de los Sīd Būna. Esta ṭarīqa estaba plenamente aceptada en la Granada del s. VIII/XIV y sus miembros eran llamados al palacio real con regularidad. En cualquier caso, durante este período la idea de unidad (waḥda) continuó siendo un tema peligroso que podía ser utilizado para acusar y desacreditar a contendientes políticos o religiosos, pues, por ejemplo, Ibn al-Ḫaṭīb fue acusado por el mero hecho de discutir la idea de waḥda, etiquetada como unificación (ittiḥād) entre Dios y la creación o como encarnación (ḥulūl). Esta acusación, entre otras, tuvo como resultado su asesinato en 776/1374.
En definitiva, pese a que el sufismo andalusí se asocia a la figura de Ibn ʿArabī y su impacto en oriente sea incomparablemente mayor, la Šūḏiyya representa una corriente sufí defensora de la unidad de la existencia con un mayor impacto social en al-Andalus, especialmente en el área de Lorca y Murcia, que el que pudiera haber tenido Ibn ʿArabī, al haber emigrado éste en la treintena a oriente. Pese a mayor impacto en al-Andalus durante las terceras taifas, apenas contamos con testimonios u obras de esta corriente sufí, por lo que nuestro conocimiento de esta corriente es fragmentario. Con la caída de Murcia y la emigración de šūḏíes a territorios bajo el control de la naciente dinastía nazarí, la Šūḏiyya se diluyó rápidamente ante la represión ejercida por los nazaríes preocupados por ganar el favor de la clase de los ulema malikíes y afianzar su legitimidad.
Para ampliar:
- Bellver, José. “Ascetics and Sufis.” En Routledge Handbook of Muslim Iberia, ed. Maribel Fierro, 318-43. Nueva York: Routledge, 2020.
- Bellver, José. “From Ashʿarism to waḥda muṭlaqa in Andalusī Sufism: A Survey of Historical Sources on the Shūdhiyya.” Studia Islamica. En prensa.
- Guichard, Pierre. Al-Andalus frente a la conquista cristiana: Los musulmanes de Valencia (siglos XI-XIII). Madrid/Valencia: Biblioteca Nueva/Universitat de València, 2001.
- Knysh, Alexander D. Ibn ʿArabī in the Later Islamic Tradition: The Making of a Polemical Image in Medieval Islam. Albany: SUNY Press, 1999.
- Massignon, Louis. “Ibn Sabʿīn, et la «conspiration ḥallāgienne» en Andalousie et en Orient au XIIIe siècle.” En Études d’orientalisme dédiées à la mémoire de Lévi-Provençal, 2 vols, 661-81. París: G.P. Maisonneuve et Larose, 1962.